Enmudecen las Campanas

Las fiestas populares se representan con notas musicales, banderines de colores, ambientes de perfumes, abanicos de juegos, disfraces variopintos, mesas engalanadas, cócteles variados,… y sobre todo con besos y abrazos.

El repicar de las campanas de la Iglesia, derrochando sentimientos, anuncian días de retorno a la casa familiar, celebraciones entre amigos y recreación de tradiciones y creencias tanto populares como religiosas.

¡Todo sería fantástico! ¡Pero el tañido de las campanas, en señal de regocijo, ha enmudecido!
Tenemos un invitado no deseado que no podemos ignorar y que lamentablemente ha venido para quedarse, ¡dichoso coronavirus!

Este año el saludo de los alcaldes es enrevesado de elaborar y entre todos los ediles y consejeros de la Comarca del Matarraña hemos tomado la determinación de suspender los eventos culturales, deportivos y lúdicos de competencia municipal durante las fiestas patronales, sopesando los pros y los contras e inclinándose la balanza a evitar riesgos de propagación del virus. Una decisión muy penosa y muy difícil de tomar pero es de sentido común, en beneficio de todos, velando por la salud y la seguridad de todos los habitantes que son nuestra querida y gran familia.

Duele firmar algo así, dada la trascendencia de las celebraciones que llevan impresas las notas de identidad de cada pueblo.

Según Dalai Lama: «Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y el pelear contra una situación que no puedes cambiar».

Podemos darnos besos y abrazos desde la distancia, pensando que ésta no es tan grande pues al asomarnos a nuestras ventanas vemos todos el mismo Sol durante el día y la misma Luna por la noche.

Seamos responsables y optimistas y no permitamos que las lágrimas oculten las estrellas de nuestro alrededor. De todo corazón os deseo un buen verano, siempre respetando las medidas impuestas y con disciplina social.

Carmen Agud – PAR Fuentespalda