Lobby

“Grupo de personas influyentes, organizado para presionar en favor de determinados intereses”

Esta es la definición de Lobby o grupo de presión y su función es presionar a los entes con capacidad de decisión para alcanzar sus objetivos. Es una función que realizan multitud de asociaciones o entidades, y de esta manera lo viene haciendo la Asociación de Empresarios del Matarranya desde su creación.

Es un trabajo lícito, siempre y cuando se cumplan dos premisas fundamentales, por un lado que exista la legitimidad necesaria, que otorga la representatividad, y por otro que los objetivos perseguidos no vayan en contra del interés general de la mayoría de la población.

Respecto al tema de la legitimidad, y entrando en concreto en el caso del Matarranya y de los pueblos directamente afectados por los proyectos de parques eólicos, me he tomado la molestia de buscar unos pocos datos fácilmente accesibles y contrastables en Internet (web de la Asociación de Empresarios del Matarranya y web del INE), que creo que nos darán un poco de luz.

En los siete municipios afectados, la Asociación de Empresarios del Matarranya tiene 22 asociados, del total de 156, un 14%. De esos asociados, 11 corresponden al sector turístico (el más crítico) de un total de 74 asociados del sector, otro 14%.

Más datos, los siete municipios afectados tienen un total de 141 empresas, por lo tanto los 22 asociados representan el 15%, y los del sector turístico, apenas un 8%.

Con estos datos podemos concluir de forma objetiva que la representatividad que se están otorgando desde la mencionada Asociación es, como mínimo, cuestionable. Y eso, teniendo en cuenta exclusivamente a las empresas, pero obviando al resto de la población (trabajadores por cuenta ajena, pensionistas…).

En cuanto al fondo de la cuestión, observamos que los objetivos del mencionado lobby podrían ser fácilmente considerados como contrarios al interés general de la población, ya que ponen en tela de juicio los beneficios para el conjunto de la sociedad que aportan las energías renovables, por la mera posibilidad de que una parte de sus asociados (sector turístico) tengan en un futuro algún perjuicio económico en sus negocios privados. Lógicamente el argumentario utilizado de cara a la opinión pública ha sido más sutil, hablando de paisaje, de modelo de Comarca, de la empresa promotora, del modelo energético en todo el país… Pero en el fondo el único interés que subyace es tratar de evitar cualquier posible reducción en la cuenta de pérdidas y ganancias de las empresas asociadas, sin importarles lo más mínimo el resto de la ciudadanía.

Una vez analizada la representatividad y los objetivos, y viendo las carencias que tienen en los dos ámbitos, solo me queda hacer una sugerencia a la Asociación de Empresarios del Matarranya, y es que se dediquen a hacer su trabajo, que, por supuesto, se posicionen sobre cualquier tema que consideren relevante para sus asociados y por tanto hagan su función de lobby, pero que bajen los decibelios del volumen de su protesta en el tema de los aerogeneradores, y que sobre todo hagan sus reclamaciones en nombre de sus pocos representados y nunca en nombre de todo un territorio. A mí y a la mayoría del Matarranya no nos representan, ya que nadie les ha elegido para que den su opinión en nuestro nombre.